Introducción
Después de usar varios años una mochila de trekking sin espaldar rígido, decidí que era el momento de fabricarme una propia. Ya venía cosiendo carpas y toldos, por lo que el oficio no me era desconocido. Sin embargo, diseñar una mochila representó un desafío muy diferente, debido a la alta intensidad de uso que recibe este tipo de productos. Fue así que emprendí un camino arduo de ensayos y errores hasta alcanzar una mochila funcional para mi estilo de caminata, es decir, el senderismo de largo recorrido con modalidad ultra liviana.
Características generales
Se puede decir que en esta mochila se resume todo lo que necesito para ir a la montaña. Con 40 litros, cuenta con capacidad de sobra para salidas con autonomía para 4 o 5 días. Posee un cuello enrollable en el cuerpo principal que le permite ampliar esta capacidad de ser necesario, almacenando comida para hasta 7 días. Tiene pocos bolsillos, todos de fácil acceso, y ningún cierre. Tiene un cinto de esternón y varios compresores de shockcord que son fácilmente removibles. Los materiales son todos de excelente calidad, muy resistentes y no excesivamente costos. Y por último, algo de suma importancia: su peso es de apenas 350 gramos, es decir, aproximadamente 1 kg menos que el promedio de las mochilas del mercado.
Uno de los aspectos más controvertidos de la mochila es tal vez la carencia de espaldar rígido. Sin embargo, en mi experiencia, un espaldar rígido no es necesario para travesías en modalidad ultra liviana. Esto tiene igualmente su complejidad, ya que hay que seguir un procedimiento cuidadoso para que la mochila resulte cómoda si no tiene espaldar. En primer lugar, se debe colocar el aislante del lado de adentro de la mochila contra la espalda, proporcionándole cierta estructura. En segundo lugar, habrá que cuidar que no sobresalga ningún elemento molesto. La ropa y la bolsa de dormir deben ir en el fondo, dentro de una bolsa impermeable de polipropileno o nylofume. Encima de esto irá la comida y demás elementos pesados. Por último, habrá que tener la mochila siempre «inflada», sin objetos sacudiéndose, algo fácil de lograr si se guarda la bolsa de dormir sin comprimir.
Hola Martín. Sé que en alguna ocasión te hice la pregunta, pero lamentablemente olvidé la respuesta. Hice dos viajes de tres días, siempre con alguno de lluvia. La mochila me respondió perfectamente, pero el último día por un error tonto de mi parte en la noche anterior lavé una prenda interior y no alcanzó a secarse. Eso me dió unos 500 g más de lo que manejo, a saber 8 kg decreciendo por los consumibles. Por alguna otra tontería, creo que llegué fácilmente a los 9 kg, por lo me asaltó la duda: ¿llegaría a los 10 kg como máximo y muy ocasionalmente? Muchas gracias. La verdad es que lamento el cese de tus producto; la carpa Geositta me está resultando muy bien, y sis paso la otra temporada verano-otoño, ya estará «hecha». Saludos.