Introducción
En el verano del 2024 continué mi proyecto de exploración en la provincia de Chubut, caminando un total de 14 días a lo largo de 350 kilómetros. El diseño de la travesía fue una creación propia, conectando la localidad de Corcovado con el Paso Río Frías, cerca de Aldea Apeleg. Durante el trayecto recorrí de norte a sur la Reserva Río Engaño, pasé por el Lago Vintter, recorrí el Río Pampa desde las nacientes hasta la confluencia con el Río Pico, pasé por la localidad de Atilio Viglione (Aldea Las Pampas), acampé en los lagos numerales del Río Pico, crucé la Meseta Bagual y acampé en el Lago Azul, pegado a la frontera con Chile. Fue una aventura gratificante y enriquecedora en lugares muy poco concurridos que no figuran en la lista de destinos turísticos.
El clima seco de la Patagonia Norte, los fuertes vientos y la amplitud térmica, sobre todo en altura, fueron los rasgos característicos de esta travesía. Alterné días de caminata bajo la sombra agradable de los árboles con jornadas enteras de sol abrasador. Atravesé antiguas huellas abandonadas tapadas por árboles caídos, picadas de ganado, praderas de altura, filos montañosos con remanentes de nieve, matorrales de ñir, lenga achaparrada, y al final, una larga meseta con fuertes vientos que hacían un desafío mantenerse en pie.
El equipo: características generales
Mi equipo de base fue prácticamente el mismo que en 2023 con algunas novedades que me permitieron viajar más seguro y también un poco más liviano. Como refugio usé el mismo toldo plano de silnylon que fabriqué yo mismo. El clima de la zona en verano es ideal para este tipo de refugios si se sabe buscar un reparo. Debajo del toldo iba un piso de polycro (material inmejorable desde mi puntos de vista), un aislante cortado a la medida del torso y una bolsa de dormir tipo quilt. Dada la rara presencia de insectos por la noche, no fue necesario un mosquitero. Sin embargo, sí recomiendo llevar un mosquitero de cabeza para usar en el día, dada la cantidad de tábanos y mosquitos en los valles boscosos. Mi mochila la fabriqué yo mismo, tiene 40 litros, carece de espaldar y cuenta con bolsillos externos para tener objetos a la mano durante la caminata.
Mi ropa de caminata fue casi invariablemente la misma: pantalón desmontable liviano, camisa manga larga con botones, zapatillas de trail running, medias de merino, anteojos de sol y sombrero de ala ancha. Para permanecer quieto de noche y por las mañanas frías, usaba la campera de pluma de siempre. Salvo el abrigo, todas las prendas pueden lavarse y secarse en cuestión de minutos, por lo que no necesité de prendas extra.
En cuanto a las novedades, incorporé lo siguiente:
Conclusiones
El equipo resultó adecuado para mis necesidades, preferencias y estilo de senderismo. Es el resultado de años de experimentar y afinar la metodología ultra liviana. Sin embargo, no es un equipo recomendable para todos. Es una decisión personal enfocada en aquello que deseo priorizar en mis caminatas, es decir, viajar cómodo y ligero la mayor parte del día para explorar terrenos agrestes y remotos, con modalidad itinerante, combinando esta actividad con la pesca con mosca. Tampoco considero que esta sea una lista definitiva y espero seguir disfrutando de innovar un poco en cada temporada.